En Can Bas, la viña se ha cultivado ininterrumpidamente desde hace más de mil años. Un documento de finales del siglo X prueba que muy cerca de Sant Joan Salerm -iglesia propiedad de Can Bas– existían viñedos que fueron objeto de compra-venta entre la nobleza medieval catalana. Sin embargo, los indicios de época romana, e incluso íbera, demuestran que en nuestra casa el cultivo de la viña se remonta a muchos más siglos atrás.
Hoy por hoy, el dominio vinícola Can Bas concentra 60,5 ha de viña extendidas entre la llanura próxima a la finca, la Font de Can Bas, las cuestas de Les Tarumbes, la hondonada del torrente de Els Bribons y la parte de solana de la colina de Els Basets, además del viñedo de la costa del Serral dentro del término de Sant Sadurní d’Anoia.
En Can Bas entendemos que cada parcela es singular y que cada viña tiene su personalidad. En consecuencia, el trabajo y el trato que le proferimos son en exclusividad. Tenemos viñedos centenarios que producen muy poca uva pero de una calidad portentosa; viñas jóvenes que aportan ligereza y frescor a algunos de los vinos que elaboramos; viñas maduras que bordean los treinta años que confieren un carácter sereno y maduro a los vinos de crianza.
Por la diversidad de situación y de orientación de las parcelas, los diferentes suelos, altitudes, ortografías y la gama de microclimas, en Can Bas podemos cultivar variedades de uva blanca y tinta autóctonas y foráneas, así como adaptar cada variedad a las condiciones del terruño que le sean más favorables.